Ubicación de actividades en la TT 209 durante 1902 y 1903/4 y sección de la tumba, R.L. Mond, 1905
Trabajos en la TT 209 anteriores al proyecto dos cero nueve
No se ha reconocido, por ahora, ninguna noticia del monumento en narraciones de viajeros antiguos o en las obras de los primeros egiptólogos del siglo XIX.
La primera referencia que permite saber que la tumba había sido identificada está en un artículo de Robert L. Mond quien en su primera estancia en Egipto trabajó en varios lugares de la orilla occidental en Luxor. No le dedica más que un párrafo en el que señala que en 1902 había excavado dos pozos funerarios que había encontrado vacíos y que en el invierno de 1903/1904 había recogido una mesa de ofrendas y varias figurillas funerarias de un hombre llamado Padiamon. La mesa está representada en un dibujo muy esquemático que permite saber que apareció en lo que hoy identificamos como la Sala transversal, de donde deducimos que se ocupó de ella en esa segunda campaña. La presencia de figurillas con el nombre mencionado no es concluyente, pues al no haberse encontrado, aparentemente, en los pozos, puede tratarse de una ocupación posterior o no pertenecer al propietario principal. Quizás esto es lo que condujo a R.L. Mond a no identificar la tumba más que como la que se encuentra "cerca de la casa de los Abd el-Rasul”.
Pocos años después, Alan Gardiner y Arthur Weigall entraron de nuevo en el hipogeo. Sin embargo, nada ha sido publicado de sus actividades en él. Podemos asumir que realizaron algún tipo de trabajo epigráfico, pues en su catálogo de las tumbas privadas de Tebas dan un nombre para el propietario: Hatashemro. No dan indicaciones de dónde lo leyeron ni otra información adicional.
Algunas décadas después, Alexandre Stoppelaere retomó las actividades en la tumba (¿o sólo recogió en El Cairo la información obtenida previamente por A. Gardiner y A. Weigall?) y dibujó un plano completo de las salas interiores en el que también se señala la ubicación precisa de las inscripciones en que se lee el nombre del propietario. Proporcionó esta información a B. Porter y R. Moss que la incluyeron en su Topographical Bibliography.
Tras ellos, solo tenemos noticia de la entrada en la tumba de Diethelm Eigner. En su libro, fundamental para conocer el desarrollo de las tumbas monumentales tebanas del Periodo Tardío, hace una brevísima descripción de lo que pudo reconocer y, sobre todo, proporciona el plano más detallado hasta el momento del hipogeo. La planta y la sección que publicó son la base inicial de nuestro trabajo. No da ninguna información sobre textos, relieves u otros detalles que no sean los puramente arquitectónicos; sin embargo, esto es algo bastante habitual en sus descripciones de las tumbas-templo en su obra, por lo que no podemos sacar ninguna conclusión de este silencio.
No se ha reconocido, por ahora, ninguna noticia del monumento en narraciones de viajeros antiguos o en las obras de los primeros egiptólogos del siglo XIX.
La primera referencia que permite saber que la tumba había sido identificada está en un artículo de Robert L. Mond quien en su primera estancia en Egipto trabajó en varios lugares de la orilla occidental en Luxor. No le dedica más que un párrafo en el que señala que en 1902 había excavado dos pozos funerarios que había encontrado vacíos y que en el invierno de 1903/1904 había recogido una mesa de ofrendas y varias figurillas funerarias de un hombre llamado Padiamon. La mesa está representada en un dibujo muy esquemático que permite saber que apareció en lo que hoy identificamos como la Sala transversal, de donde deducimos que se ocupó de ella en esa segunda campaña. La presencia de figurillas con el nombre mencionado no es concluyente, pues al no haberse encontrado, aparentemente, en los pozos, puede tratarse de una ocupación posterior o no pertenecer al propietario principal. Quizás esto es lo que condujo a R.L. Mond a no identificar la tumba más que como la que se encuentra "cerca de la casa de los Abd el-Rasul”.
Pocos años después, Alan Gardiner y Arthur Weigall entraron de nuevo en el hipogeo. Sin embargo, nada ha sido publicado de sus actividades en él. Podemos asumir que realizaron algún tipo de trabajo epigráfico, pues en su catálogo de las tumbas privadas de Tebas dan un nombre para el propietario: Hatashemro. No dan indicaciones de dónde lo leyeron ni otra información adicional.
Algunas décadas después, Alexandre Stoppelaere retomó las actividades en la tumba (¿o sólo recogió en El Cairo la información obtenida previamente por A. Gardiner y A. Weigall?) y dibujó un plano completo de las salas interiores en el que también se señala la ubicación precisa de las inscripciones en que se lee el nombre del propietario. Proporcionó esta información a B. Porter y R. Moss que la incluyeron en su Topographical Bibliography.
Tras ellos, solo tenemos noticia de la entrada en la tumba de Diethelm Eigner. En su libro, fundamental para conocer el desarrollo de las tumbas monumentales tebanas del Periodo Tardío, hace una brevísima descripción de lo que pudo reconocer y, sobre todo, proporciona el plano más detallado hasta el momento del hipogeo. La planta y la sección que publicó son la base inicial de nuestro trabajo. No da ninguna información sobre textos, relieves u otros detalles que no sean los puramente arquitectónicos; sin embargo, esto es algo bastante habitual en sus descripciones de las tumbas-templo en su obra, por lo que no podemos sacar ninguna conclusión de este silencio.