Patrocinadores de la campaña 2018
Objetivos de la campaña 2018
A causa de la imposibilidad de realizar trabajos arqueológicos en Egipto durante el verano de 2017, la sexta campaña no pudo ser desarrollada en los pasados meses de junio y julio, cuando habíamos previsto, y se ha trasladado al invierno de 2018. Esta circunstancia unida a una segunda, que la excavación del interior de la tumba está muy avanzada, van a permitir que tras dos años centrados en las cámaras internas, regresemos al patio de la TT 209 y a la ladera en que se construyeron los edificios de culto del complejo funerario.
Por otra parte, nuestro plan es que el trabajo de campo se prolongue por un mayor tiempo que en ninguna de las ocasiones precedentes. Dados los plazos imprescindibles de entrega de las memorias de excavación y de solicitud de los permisos para los siguientes periodos de excavación, es inviable planearse una nueva campaña en el verano de 2018, por lo que la que empezamos ahora ha de valer por la del año pasado y la de este.
Los objetivos de la presente campaña también han variado con respecto a los de años pasados, pues a la prolongación de los que ya están emprendidos y aún no terminados, se van a sumar otros con una perspectiva diferente.
a) Terminar la excavación de las cámaras subterráneas. El propósito es alcanzar el suelo en las tres zonas en que aún no lo hemos hecho: los dos pozos de enterramiento, en los que –en principio– solo deben de quedar unos días de trabajo; la sala de pilares (PH), en la que la tarea será más lenta pero es posible terminarla en estos meses y la cámara lateral 2 (SC2) que es más impredecible, pues los estratos que la cubrían presentan una inclinación que parece indicar la existencia de un pozo o una rampa o incluso una puerta en la pared norte. Y además, en la pared oeste de esa misma cámara ya descubrimos una puerta completamente cubierta por estratos sobre la que no podemos hacer cálculos de tiempo.
El trabajo en esos espacios nos debería confirmar la información que ya empezamos a tener sobre la reutilización de la tumba como lugar de culto en periodo persa-ptolemaico al tiempo que estamos expectantes por saber qué información ha quedado y podemos identificar sobre el uso original de la construcción, durante la dinastía XXV. Esperamos que nuevos objetos –ojalá que tengan textos– y testimonios cultuales permitan continuar ampliando la comprensión de la situación social del propietario en la Tebas kushita. En el interior el equipo se dividirá en dos grupos, uno para pozos y cámara lateral y otro para sala de pilares.
b) En el exterior volveremos a trabajar en el patio, con el objetivo de buscar el muro que aún no hemos alcanzado y que debe de cerrar el cuarto lado, el meridional. En él debería encontrarse la puerta de acceso al recinto, abierta desde el wadi Hatasun, el barranco seco en el que se ubica la TT 209. Esto nos permitirá reconstruir el aspecto del monumento, por ahora bastante diferente a los modelos típicos del Periodo Tardío.
c) Con el wadi llegamos a un objetivo diferente en nuestro proyecto que es el de identificar cómo era el entorno antiguo en que se construyó la tumba, tanto el natural como el transformado por las necesidades de las ceremonias religiosas que tenían lugar en la necrópolis. Es lo que hoy se conoce como Arqueología del paisaje, que en nuestro caso se amplía en paisaje ritual. Para hacerlo ampliaremos la zona de excavación hacia lugares que nos obligan a ensayar métodos diferentes de trabajo. Uno de estos consistirá en analizar los sedimentos dejados por las riadas que han entrado y cubierto las cámaras, venidos a través del wadi, él mismo colmatado por las tierras y objetos arrastrados por las aguas caídas en la montaña tebana. Aunque la imagen popular es que en el desierto nunca llueve, al menos en la montaña tebana y el desierto occidental cercano al valle del Nilo las precipitaciones caen con cierta regularidad en la actualidad, en torno a una vez cada diez años, y uno de los objetivos es identificar cuál es la periodicidad con que las precipitaciones caían en el pasado.
Un segundo propósito que se abordará en el exterior es el estudio de una calzada –posiblemente inacabada, tal vez reutilizada en Periodo Tardío– que circula por la parte superior de la ladera en que se ubican los edificios cultuales externos de la TT 209, y que pudo ser transitada en procesiones con las figuras de los dioses traídas desde los grandes templos ubicados en la orilla oriental de la ciudad.
En relación con esta misma perspectiva de estudio, hemos solicitado al Ministerio –y nos ha concedido– la excavación de una plataforma de adobe en el borde del wadi, aguas arriba.
d) Profundizaremos en nuestro conocimiento del ritual funerario desarrollado en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos. En este año continuarán su trabajo el especialista en Bioantropología que se incorporó el año pasado para la identificación de los huesos, en especial de los humanos, y en la primera parte de la estancia se nos unirá nuestra ceramóloga para analizar los materiales elaborados con arcilla, sus usos específicos y cronología. Además, se incorporará una antracóloga para estudiar los carbones, muy numerosos en los estratos inferiores tanto en la PH –de la que recogimos bolsas con muestras para extraer los restos de maderas utilizadas– como en la TH, que se excavará este año.
Por otra parte, nuestro plan es que el trabajo de campo se prolongue por un mayor tiempo que en ninguna de las ocasiones precedentes. Dados los plazos imprescindibles de entrega de las memorias de excavación y de solicitud de los permisos para los siguientes periodos de excavación, es inviable planearse una nueva campaña en el verano de 2018, por lo que la que empezamos ahora ha de valer por la del año pasado y la de este.
Los objetivos de la presente campaña también han variado con respecto a los de años pasados, pues a la prolongación de los que ya están emprendidos y aún no terminados, se van a sumar otros con una perspectiva diferente.
a) Terminar la excavación de las cámaras subterráneas. El propósito es alcanzar el suelo en las tres zonas en que aún no lo hemos hecho: los dos pozos de enterramiento, en los que –en principio– solo deben de quedar unos días de trabajo; la sala de pilares (PH), en la que la tarea será más lenta pero es posible terminarla en estos meses y la cámara lateral 2 (SC2) que es más impredecible, pues los estratos que la cubrían presentan una inclinación que parece indicar la existencia de un pozo o una rampa o incluso una puerta en la pared norte. Y además, en la pared oeste de esa misma cámara ya descubrimos una puerta completamente cubierta por estratos sobre la que no podemos hacer cálculos de tiempo.
El trabajo en esos espacios nos debería confirmar la información que ya empezamos a tener sobre la reutilización de la tumba como lugar de culto en periodo persa-ptolemaico al tiempo que estamos expectantes por saber qué información ha quedado y podemos identificar sobre el uso original de la construcción, durante la dinastía XXV. Esperamos que nuevos objetos –ojalá que tengan textos– y testimonios cultuales permitan continuar ampliando la comprensión de la situación social del propietario en la Tebas kushita. En el interior el equipo se dividirá en dos grupos, uno para pozos y cámara lateral y otro para sala de pilares.
b) En el exterior volveremos a trabajar en el patio, con el objetivo de buscar el muro que aún no hemos alcanzado y que debe de cerrar el cuarto lado, el meridional. En él debería encontrarse la puerta de acceso al recinto, abierta desde el wadi Hatasun, el barranco seco en el que se ubica la TT 209. Esto nos permitirá reconstruir el aspecto del monumento, por ahora bastante diferente a los modelos típicos del Periodo Tardío.
c) Con el wadi llegamos a un objetivo diferente en nuestro proyecto que es el de identificar cómo era el entorno antiguo en que se construyó la tumba, tanto el natural como el transformado por las necesidades de las ceremonias religiosas que tenían lugar en la necrópolis. Es lo que hoy se conoce como Arqueología del paisaje, que en nuestro caso se amplía en paisaje ritual. Para hacerlo ampliaremos la zona de excavación hacia lugares que nos obligan a ensayar métodos diferentes de trabajo. Uno de estos consistirá en analizar los sedimentos dejados por las riadas que han entrado y cubierto las cámaras, venidos a través del wadi, él mismo colmatado por las tierras y objetos arrastrados por las aguas caídas en la montaña tebana. Aunque la imagen popular es que en el desierto nunca llueve, al menos en la montaña tebana y el desierto occidental cercano al valle del Nilo las precipitaciones caen con cierta regularidad en la actualidad, en torno a una vez cada diez años, y uno de los objetivos es identificar cuál es la periodicidad con que las precipitaciones caían en el pasado.
Un segundo propósito que se abordará en el exterior es el estudio de una calzada –posiblemente inacabada, tal vez reutilizada en Periodo Tardío– que circula por la parte superior de la ladera en que se ubican los edificios cultuales externos de la TT 209, y que pudo ser transitada en procesiones con las figuras de los dioses traídas desde los grandes templos ubicados en la orilla oriental de la ciudad.
En relación con esta misma perspectiva de estudio, hemos solicitado al Ministerio –y nos ha concedido– la excavación de una plataforma de adobe en el borde del wadi, aguas arriba.
d) Profundizaremos en nuestro conocimiento del ritual funerario desarrollado en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos. En este año continuarán su trabajo el especialista en Bioantropología que se incorporó el año pasado para la identificación de los huesos, en especial de los humanos, y en la primera parte de la estancia se nos unirá nuestra ceramóloga para analizar los materiales elaborados con arcilla, sus usos específicos y cronología. Además, se incorporará una antracóloga para estudiar los carbones, muy numerosos en los estratos inferiores tanto en la PH –de la que recogimos bolsas con muestras para extraer los restos de maderas utilizadas– como en la TH, que se excavará este año.