Cuarta semana, 16 a 21 de marzo de 2019
La cámara lateral 3 (SC3) se está mostrando como lo que se espera de una cámara de enterramiento egipcia, un depósito de materiales diversos y de una cierta riqueza. Dos ejemplos notables han aparecido en estos días, que nos mantienen expectantes a cada raspado de los paletines por la superficie de los estratos. El sábado, coincidiendo con el primer día de trabajo de Fernando, nuestro arquitecto y restaurador, compañero desde la primera campaña, pudimos consolidar los primeros ejemplares de madera estucada que aparecen en la TT 209. En realidad, la madera está perdida y lo que queda es el estuco y su pintura. El objeto de la fotografía presentaba una banda decorativa de unos diez centímetros de altura con dos bandas de rectángulos arriba y abajo y, en el centro, un registro compuesto por tres signos jeroglíficos. Sobre la palabra nb, el adjetivo ‘todo’, escrito con una cesta, aparecen, en el centro, el signo ankh, vida, y a su alrededor, dos cetros-uas, dominio, simétricamente a ambos lados de la palabra central. Se lee: toda vida y poder. Los paralelos son muy numerosos y en contextos muy diversos. En material funerario, frisos semejantes se encuentran en los pedestales de un tipo de estatuillas de madera que se conocen como Ptah-Sokar-Osiris, muy características del Periodo Tardío. Nuestra pieza de estuco puede ser el testimonio de que hubo una estatua semejante en el ajuar.
El segundo tipo de hallazgos que mantienen bien ocupados a Jared en la cámara y a Begoña en la mesa de catalogación son los cientos de cuentas de red elaboradas en fayenza que se encuentran en varios puntos de la cámara. Como era de esperar, además de las piezas de la red, van apareciendo todos sus otros elementos: escarabeos, pares de alas, figuritas planas representando a los hijos de Horus y a otras divinidades. En suma, un tremendo rompecabezas, porque creemos reconocer hasta cinco tipos distintos de alas, lo que indicaría otro tanto número de escarabeos y, en consecuencia, un número semejante de redes. Las figuritas planas lo apoyarían, pues su número y las diferencias entre ellas se explicarían bien si tuviéramos varios conjuntos diferentes.
La excavación del pozo se complicó esta semana. La estratigrafía ha estado muy difícil de interpretar. A unos 6 metros de profundidad desde el suelo de la cámara lateral 2 se acabó la veta de caliza y apareció una de margas. Las paredes desde esa cota estaban irregulares, pues la veta es muy blanda y se había degradado por efecto del agua que ha entrado con periodicidad a la tumba. Nuestro problema es que las paredes estaban compuestas de la misma matriz que los sedimentos que las cubrían, haciendo muy difícil la identificación de los límites entre lo tallado –degradado– y su relleno. La aparición de bloques de caliza, escasísimos fragmentos cerámicos y, cuando ya desesperábamos, algunas cuentas azules de fayenza, nos han permitido tener la seguridad de que seguíamos excavando estratos arqueológicos y no geológico. A los cuatro días de suplicio para Elías, cuando nos acercábamos a los 7 metros de profundidad, apareció un escalón tallado. Unas horas después un segundo. Y un día más tarde, aunque un tanto irregular, un tercero. Hemos llegado al fondo del pozo y, en su cara septentrional, la presencia de capas de sedimentos indican la existencia de un vano. La semana próxima veremos cómo continúa.
Karin ha pasado unos días trabajando en el desierto de Asuán para su tesis doctoral. Su regreso nos permite abrir la plataforma del desierto. El año pasado solo habíamos tenido tiempo de empezar una cuadrícula. Este año los objetivos son más ambiciosos y en complemento abrimos el resto de la mitad occidental. En ella, la inclinación de los estratos parecería indicar la presencia de una rampa, aunque también podría tratarse de una acumulación de materiales caídos desde el interior de la estructura. Por ahora, decenas de huesos de momias desvendadas sin reparo por saqueadores son el material más abundante. Sabemos que ese saqueo fue en el siglo XX, pues por debajo del primer nivel de restos humanos dispersados han aparecido los sellos oficiales de las cajetillas de tabaco. El hábito de fumadores de los saqueadores ha sido una ayuda fundamental para nosotros, pues ha fechado sin duda ese estrato superior. En los días calimosos con que termina la semana, desde la TT 209, la plataforma es una mancha oscura en la distancia, con una sombrilla morada cuando sale el sol para proteger a los que la excavan. Por fortuna hemos traído unos walky-talkyes que facilitan la comunicación.
Karin ha pasado unos días trabajando en el desierto de Asuán para su tesis doctoral. Su regreso nos permite abrir la plataforma del desierto. El año pasado solo habíamos tenido tiempo de empezar una cuadrícula. Este año los objetivos son más ambiciosos y en complemento abrimos el resto de la mitad occidental. En ella, la inclinación de los estratos parecería indicar la presencia de una rampa, aunque también podría tratarse de una acumulación de materiales caídos desde el interior de la estructura. Por ahora, decenas de huesos de momias desvendadas sin reparo por saqueadores son el material más abundante. Sabemos que ese saqueo fue en el siglo XX, pues por debajo del primer nivel de restos humanos dispersados han aparecido los sellos oficiales de las cajetillas de tabaco. El hábito de fumadores de los saqueadores ha sido una ayuda fundamental para nosotros, pues ha fechado sin duda ese estrato superior. En los días calimosos con que termina la semana, desde la TT 209, la plataforma es una mancha oscura en la distancia, con una sombrilla morada cuando sale el sol para proteger a los que la excavan. Por fortuna hemos traído unos walky-talkyes que facilitan la comunicación.