8 de febrero de 2018, jueves
En la mañana, a la llegada al yacimiento, el pensamiento de todos estaba en el mismo lugar, adonde nos hemos dirigido corriendo a mirar. ¿Cómo estarán los adobes nuevos en su secadero? ¿se habrán agrietado? ¿de qué color estarán quedando? ¿se habrá desdibujado la impronta del sello a medida que el agua se evapora? Pero no, el resultado cuando todavía están a medio secar, parece muy bueno.
Y, sin embargo, hemos dudado por un momento en utilizarlos como imagen del día. El nombre de una universidad sobre un bloque de tierra, a más de uno nos ha hecho recordar aquella música de los ochenta en que la crítica al sistema educativo tradicional se expresaba como la fabricación de “another brick in the wall” (otro ladrillo en el muro). Pero bueno, nosotros no estamos haciendo ladrillos sino adobes, que no son lo mismo. Y como producto con huella universitaria, no dejan de ser muy diferentes al habitual. O eso esperamos los docentes, claro.
Y, sin embargo, hemos dudado por un momento en utilizarlos como imagen del día. El nombre de una universidad sobre un bloque de tierra, a más de uno nos ha hecho recordar aquella música de los ochenta en que la crítica al sistema educativo tradicional se expresaba como la fabricación de “another brick in the wall” (otro ladrillo en el muro). Pero bueno, nosotros no estamos haciendo ladrillos sino adobes, que no son lo mismo. Y como producto con huella universitaria, no dejan de ser muy diferentes al habitual. O eso esperamos los docentes, claro.