Sexta semana, 30 de marzo a 4 de abril de 2019
No nos hemos propuesto empezar todas las semanas haciendo un parte meteorológico de Luxor en primavera, pero el clima nos sorprende cada día y es difícil abstraerse de su imposición sobre nuestra vida cotidiana. El sábado y el domingo amanecieron fríos. Muy fríos. Tanto que tuvimos que recuperar los jerseys y alguna compañera sacó del armario su forro polar para empezar la jornada. Por el contrario, miércoles y jueves hemos pasado un calor bochornoso que recordaba más las campañas de verano que también hemos disfrutado algunos años.
Aunque el proyecto dos cero nueve puede considerarse aún joven, algunas circunstancias de esta séptima campaña indican que nos están brotando los primeros testimonios de la madurez. Y esto, cuando se habla de investigación, es más bien positivo. En la campaña de 2012, la primera, no nos acompañó ningún/a ceramólogo/a y consultábamos las dudas de cerámica por correo electrónico con Zulema. Ella se incorporó al trabajo de campo al año siguiente. Sin embargo, desde aquella primera campaña trabajó con nosotros Azab en la recomposición de los recipientes de arcilla. Ahora ella es doctora y a él lo llaman otras misiones, incluso nos lo disputan cuando trabaja con nosotros. Y los dos están transmitiendo sus conocimientos a una nueva generación: Zulema a María y Azab a Mohamed Mustafa, ambas en la imagen. María, con el apoyo de Zulema, se ha enfrentado a algunos retos difíciles: las primeras cerámicas a mano encontradas en el yacimiento, por ejemplo… Y Azab ha dado lo mejor de sí en los recipientes que se ven en la segunda imagen. Entre las numerosas sorpresas que nos está deparado la excavación de SC3, una de las más notables en los estratos inferiores han sido un centenar largo de fragmentos de cerámica elaborados en una pasta no egipcia. La carena de los hombros no nos dejaba ninguna duda sobre su procedencia, pues ya la conocíamos de la TT 209. En la excavación del patio, hace cinco años, ya había aparecido una igual y en esta campaña, en ese mismo espacio, en la cuadrícula C3, están apareciendo otras más. Son ánforas fenicias. Un verdadero tesoro de información económica, de relaciones internacionales y cultual, pues aparecen como ofrendas mezcladas con copas incensario de la Dinastía XXV. Y estas cinco de la imagen, que el año próximo continuarán creciendo con otros fragmentos, son solo una parte de las que hemos hallado en SC3.
La suerte nos acompaña en la excavación de la ladera oeste del patio de la TT 209. Si la semana pasada era una cavidad en el suelo con los restos de un depósito de momificación, en estos días lo que ha aparecido es algo completamente inesperado, de difícil interpretación y que aporta luz sobre unos materiales que llevamos encontrando desde la primera campaña sin que se hubiera descubierto hasta ahora algo que explicase su presencia. Daniel y Sayed están limpiando una hilera de bloques de piedra. Previsible en una construcción. Pero están en medio de la ladera, donde en superficie no se distinguía nada salvo un deslizamiento de clastos calcáreos. Además, todos son de una materia idéntica que no es la caliza en la que está excavada la tumba o tallada la ladera del wadi y de la montaña. Son de un tipo de caliza nummulítica muy específica, perfectamente reconocible respecto a las vetas calcáreas y de margas de la roca madre en el área de la necrópolis donde nos encontramos. No cabe duda que igual que las distinguimos nosotros lo hicieron los constructores antiguos. Y que estos les dieron un uso específico. Dan la impresión de formar parte de un muro de contención, algo desplazado por efecto del deslizamiento que han sufrido todos los materiales de la ladera. Estaba compuesto al menos por dos hileras superpuestas, pues por encima de la que se ve en la imagen habíamos reconocido varios bloques sueltos que habían sido retirados pues no mostraban ninguna conexión entre sí, pero debían de haberse caído de esta pared. Bloques de esa materia prima están apareciendo en la superficie del yacimiento desde la primera campaña y por sus características los estábamos recogiendo todos pues nos parecían excepcionales. Estamos empezando a comprender por qué son tan numerosos. Lo que aún no sabemos es de dónde vienen y por qué fueron elegidos para esa función.
La semana ha terminado con fuegos artificiales. El proyecto ha sido invitado a su presentación en El Cairo. La Consejería Cultural de la Embajada de España en Egipto ha organizado un ciclo de conferencias sobre las misiones arqueológicas hispanas en este país. Para la impartición se aprovecharán las fechas de las respectivas campañas de excavación. Como nosotros estábamos allí cuando se materializó la idea, hemos tenido el privilegio de inaugurar el ciclo. Las conferencias se celebran en un lugar prestigioso, la sede del Ministerio de Antigüedades en Zamalek, la isla del Nilo en el centro de la capital. Agradecemos desde aquí tanto al Ministerio egipcio como a la Embajada esta iniciativa, así como a las autoridades de ambos organismos que han colaborado para hacerla posible. En las imágenes están Montserrat Momán, nuestra Consejera Cultural, de quien partió la idea del ciclo y Miguel Ángel que se encargó de la conferencia sobre el proyecto dos cero nueve, la Misión de la Universidad de La Laguna en Luxor.