17 de enero de 2018, miércoles
Durante la campaña de 2015 se encontró sobre el suelo de la sala transversal un gran número de grandes recipientes. Estaban completos, lo que indica que no habían rodado –o muy poco– y, con seguridad, que no habían sido introducidos por las riadas desde el exterior. Los íbamos encontrando donde habían sido depositados. Algunos ejemplares pueden verse en la entrada del 20 de julio de 2015, así como en varias imágenes de otros días de esa misma campaña.
El análisis que está haciendo en estos días Zulema de esos grandes contenedores está confirmando una cronología en torno al siglo IV a.e. El reto, ahora que se confirma su cronología, es ir un poco más allá. Vamos a intentar saber cómo se utilizaron. En la búsqueda de esa información nos pueden ayudar detalles como este: del agujero que se practicó en el cuerpo de esta vasija fluyó algún tipo de líquido que dejó su huella en la superficie, visible como una línea recta que desciende hacia la base. Esto implica, además, que el recipiente estaba en una posición vertical cuando fluía de él esa lágrima ceremonial.
El análisis que está haciendo en estos días Zulema de esos grandes contenedores está confirmando una cronología en torno al siglo IV a.e. El reto, ahora que se confirma su cronología, es ir un poco más allá. Vamos a intentar saber cómo se utilizaron. En la búsqueda de esa información nos pueden ayudar detalles como este: del agujero que se practicó en el cuerpo de esta vasija fluyó algún tipo de líquido que dejó su huella en la superficie, visible como una línea recta que desciende hacia la base. Esto implica, además, que el recipiente estaba en una posición vertical cuando fluía de él esa lágrima ceremonial.