Objetivos de la campaña 2021. Una misión con camama
Ha pasado un año y medio desde que tuvimos que cerrar la última campaña, apresurados ante el cierre del espacio aéreo egipcio por la pandemia. Año y medio angustiados por las personas con las que compartimos una parte importante de nuestra vida cuando trabajamos en Luxor, de muchos de los cuales apenas si tuvimos noticias indirectas. Año y medio también para el yacimiento, que nos estaba esperando, deseoso de nuestra llegada, en especial las cámaras subterráneas, que necesitaban que abriésemos su puerta y las liberásemos de la humedad que todavía se sigue acumulando en su interior y que daña sus paredes.
Mientras, el wadi Hatasun se ha transformado. El equipo egipcio-norteamericano que estudia las tumbas en la meseta frente a la TT 209 ha avanzado hacia la ladera sur y retirado los escombros que cubrían justo las tumbas que se distinguían ante el pilono de la tumba de Nisemro. El wadi olvidado empieza a atraer la atención de la Egiptología y la competencia.
Nada en esta campaña va a ser igual y no lo será solo por ese interés hacia el área. Las circunstancias nos obligarán a un cambio bastante drástico en nuestro comportamiento. Tendremos que mantenernos como un grupo burbuja. Una distancia prudente nos tendrá que separar de las personas a las que nos acercábamos en años pasados. El Ministerio de Turismo y Antigüedades ha impuesto además una serie de normas en el propio yacimiento: número limitado de personas, cuatro, en el interior de la cámara que estemos excavando, ningún cubierto común para servirnos en los desayunos y, sobre todo, como en todo el Planeta, la mascarilla, la camama en el árabe dialectal egipcio, que repartiremos a los trabajadores cada mañana y tendremos que mantener en la cara, tras tomarnos la temperatura ... En el exterior, los termómetros marcan 44º en el primer día de la campaña. La mascarilla promete ser muy incómoda día tras día.
Por otra parte, solo una parte del equipo podrá estar presente. Los retrasos provocados en tesis y trabajos que requieren estancias en centros de investigación impiden a algunos miembros estar en el campo en esta campaña. Les echaremos de menos.
Al reducirse el número de investigadores, nos centraremos en una parte de los objetivos generales del proyecto para poder profundizar en ellos y no dispersarnos.
Por esa razón, los propósitos de este año difieren en parte de los de la campaña interrumpida en 2020, aunque ningún área de las que se abrieron entonces pudo ser terminada antes de la salida repentina. No trabajaremos en alguna zona si no es imprescindible, para que su excavación sea concluida por quienes la iniciaron.
a) Excavación de las cámaras subterráneas. En la actualidad “solo” nos queda concluir las estancias del eje occidental, al que se accede desde el corredor lateral 1 (side chamber 1, SC1). Alcanzado el fondo del anchísimo pozo de la cámara lateral 2 (side chamber 2, SC2) durante 2019, pretendemos concluir la excavación de su cámara de enterramiento, la SC2BC2. Y excavaremos la cámara lateral 4 (side chamber 4, SC4), cuya puerta identificamos el último día de la campaña de 2020. El trabajo en estos dos espacios debería aportar más información tanto sobre el uso original de la tumba como sobre su reutilización en periodo persa-ptolemaico.
Suponemos que el pozo de SC2 podría ser el lugar de enterramiento de algún miembro de la familia de Nisemro y, más concretamente, de su madre, a juzgar por la inscripción en la puerta de entrada a SC1. Se trata del primer pozo que vamos a excavar con estratos antiguos, pues los otros dos ya excavados, los de la antecámara (Antechamber burial chamber, AcBC) y la cámara nororiental (Northeast chamber burial chamber, NECBC) habían sido vaciado a comienzos del siglo XX y nosotros solo documentamos en ellos sedimentos modernos, salvo algunas evidencias antiguas halladas sobre el suelo.
b) En el exterior continuaremos la excavación en torno al pilono de entrada al patio, que descubrimos en 2020. El patio resultó ser cuadrangular y de unas proporciones realmente monumentales. Este trabajo nos permitirá reconstruir el aspecto exterior de la TT 209, por ahora bastante diferente a los modelos típicos del Periodo Tardío. La novedad más significativa en esta zona será una oquedad en el patio, que podría ser un pozo o, más probablemente el alcorque de una planta, algo habitual en el patio de las tumbas tardías tebanas.
También excavaremos en el extremo opuesto, en el Área 7 (Sq 7), donde esperamos encontrar la continuación del muro exterior oeste, que identificamos en el Área 6 en 2019. Si reaparece el muro, se confirmaría que la superestructura contaba con tres grandes espacios, como los de otras tumbas del Periodo Tardío. Y, sobre todo, implicaría una construcción de carácter monumental que se extendería por la ladera de la montaña.
c) Profundizaremos en nuestro conocimiento de las ceremonias rituales de carácter funerario que se celebraron en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos: cerámica, objetos de fayenza, ushebtis.
d) El esfuerzo dedicado a los estudios de Bioantropología se volcará en el análisis de los restos óseos encontrado sobre la plataforma de adobe cuya excavación se inició hace tres campañas.
e) Por último, pretendemos iniciar la reconstrucción de los muros que conformaban el patio. Los muros nuevos deberían recubrir los restos de los antiguos, separados de los modernos por un elemento que los distinga, y reproducir su planta para hacerla legible. Estos muros, en el lado del wadi, deberán tener más altura que en el resto de la superestructura, pues deberán cumplir la función de protección frente a posibles futuras riadas.
Mientras, el wadi Hatasun se ha transformado. El equipo egipcio-norteamericano que estudia las tumbas en la meseta frente a la TT 209 ha avanzado hacia la ladera sur y retirado los escombros que cubrían justo las tumbas que se distinguían ante el pilono de la tumba de Nisemro. El wadi olvidado empieza a atraer la atención de la Egiptología y la competencia.
Nada en esta campaña va a ser igual y no lo será solo por ese interés hacia el área. Las circunstancias nos obligarán a un cambio bastante drástico en nuestro comportamiento. Tendremos que mantenernos como un grupo burbuja. Una distancia prudente nos tendrá que separar de las personas a las que nos acercábamos en años pasados. El Ministerio de Turismo y Antigüedades ha impuesto además una serie de normas en el propio yacimiento: número limitado de personas, cuatro, en el interior de la cámara que estemos excavando, ningún cubierto común para servirnos en los desayunos y, sobre todo, como en todo el Planeta, la mascarilla, la camama en el árabe dialectal egipcio, que repartiremos a los trabajadores cada mañana y tendremos que mantener en la cara, tras tomarnos la temperatura ... En el exterior, los termómetros marcan 44º en el primer día de la campaña. La mascarilla promete ser muy incómoda día tras día.
Por otra parte, solo una parte del equipo podrá estar presente. Los retrasos provocados en tesis y trabajos que requieren estancias en centros de investigación impiden a algunos miembros estar en el campo en esta campaña. Les echaremos de menos.
Al reducirse el número de investigadores, nos centraremos en una parte de los objetivos generales del proyecto para poder profundizar en ellos y no dispersarnos.
Por esa razón, los propósitos de este año difieren en parte de los de la campaña interrumpida en 2020, aunque ningún área de las que se abrieron entonces pudo ser terminada antes de la salida repentina. No trabajaremos en alguna zona si no es imprescindible, para que su excavación sea concluida por quienes la iniciaron.
a) Excavación de las cámaras subterráneas. En la actualidad “solo” nos queda concluir las estancias del eje occidental, al que se accede desde el corredor lateral 1 (side chamber 1, SC1). Alcanzado el fondo del anchísimo pozo de la cámara lateral 2 (side chamber 2, SC2) durante 2019, pretendemos concluir la excavación de su cámara de enterramiento, la SC2BC2. Y excavaremos la cámara lateral 4 (side chamber 4, SC4), cuya puerta identificamos el último día de la campaña de 2020. El trabajo en estos dos espacios debería aportar más información tanto sobre el uso original de la tumba como sobre su reutilización en periodo persa-ptolemaico.
Suponemos que el pozo de SC2 podría ser el lugar de enterramiento de algún miembro de la familia de Nisemro y, más concretamente, de su madre, a juzgar por la inscripción en la puerta de entrada a SC1. Se trata del primer pozo que vamos a excavar con estratos antiguos, pues los otros dos ya excavados, los de la antecámara (Antechamber burial chamber, AcBC) y la cámara nororiental (Northeast chamber burial chamber, NECBC) habían sido vaciado a comienzos del siglo XX y nosotros solo documentamos en ellos sedimentos modernos, salvo algunas evidencias antiguas halladas sobre el suelo.
b) En el exterior continuaremos la excavación en torno al pilono de entrada al patio, que descubrimos en 2020. El patio resultó ser cuadrangular y de unas proporciones realmente monumentales. Este trabajo nos permitirá reconstruir el aspecto exterior de la TT 209, por ahora bastante diferente a los modelos típicos del Periodo Tardío. La novedad más significativa en esta zona será una oquedad en el patio, que podría ser un pozo o, más probablemente el alcorque de una planta, algo habitual en el patio de las tumbas tardías tebanas.
También excavaremos en el extremo opuesto, en el Área 7 (Sq 7), donde esperamos encontrar la continuación del muro exterior oeste, que identificamos en el Área 6 en 2019. Si reaparece el muro, se confirmaría que la superestructura contaba con tres grandes espacios, como los de otras tumbas del Periodo Tardío. Y, sobre todo, implicaría una construcción de carácter monumental que se extendería por la ladera de la montaña.
c) Profundizaremos en nuestro conocimiento de las ceremonias rituales de carácter funerario que se celebraron en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos: cerámica, objetos de fayenza, ushebtis.
d) El esfuerzo dedicado a los estudios de Bioantropología se volcará en el análisis de los restos óseos encontrado sobre la plataforma de adobe cuya excavación se inició hace tres campañas.
e) Por último, pretendemos iniciar la reconstrucción de los muros que conformaban el patio. Los muros nuevos deberían recubrir los restos de los antiguos, separados de los modernos por un elemento que los distinga, y reproducir su planta para hacerla legible. Estos muros, en el lado del wadi, deberán tener más altura que en el resto de la superestructura, pues deberán cumplir la función de protección frente a posibles futuras riadas.