Patrocinadores de la campaña 2012
La primera campaña de trabajo de la Misión Arqueológica de la Universidad de La Laguna se ha desarrollado durante tres semanas, entre el 5 y el 25 de julio de 2012.
Sus objetivos iniciales estaban relacionados con la identificación del emplazamiento de la tumba, la protección del monumento frente a agentes de deterioro externos y el reconocimiento del estado de conservación del mismo con vistas al trabajo en el interior en años próximos.
Siguiendo la información recogida en los planos trazados por D. Eigner en la década de 1970, podía deducirse que la fachada de la tumba debía de presentar un colapso parcial y las cámaras interiores debían de estar cubiertas por tierra hasta media altura. Desde los trabajos de este investigador, había entrado polvo y basuras hasta alcanzar al menos un metro más de espesor e incluso colmatar el espacio más cercano a la puerta, pues la fachada no era claramente identificable en el momento de empezar la campaña por la acumulación de depósitos externos. Éstos no habían seguido cayendo hacia el interior, lo que indicaba que éste podía estar ya colmatado.
Así, nuestros propósitos al inicio de esta campaña eran:
a) localizar con seguridad la tumba en la ladera norte del uadi;
b) despejar la fachada de los depósitos de desechos contemporáneos que la cubren;
c) reconstruir el muro de la fachada que aparece perdido en los planos para reforzarla y evitar visitas incontroladas en el interior;
d) cerrar el vano de la entrada; o bien con una puerta metálica si estuviera despejado por el interior una vez que ya lo esté en el exterior; o bien por otro método que asegure su seguridad si el uso de la estructura de cierre metálica no fuera recomendable por razones técnicas o arqueológicas;
e) entrar en la tumba y reconocer su estado de conservación para planificar la segunda campaña.
Sus objetivos iniciales estaban relacionados con la identificación del emplazamiento de la tumba, la protección del monumento frente a agentes de deterioro externos y el reconocimiento del estado de conservación del mismo con vistas al trabajo en el interior en años próximos.
Siguiendo la información recogida en los planos trazados por D. Eigner en la década de 1970, podía deducirse que la fachada de la tumba debía de presentar un colapso parcial y las cámaras interiores debían de estar cubiertas por tierra hasta media altura. Desde los trabajos de este investigador, había entrado polvo y basuras hasta alcanzar al menos un metro más de espesor e incluso colmatar el espacio más cercano a la puerta, pues la fachada no era claramente identificable en el momento de empezar la campaña por la acumulación de depósitos externos. Éstos no habían seguido cayendo hacia el interior, lo que indicaba que éste podía estar ya colmatado.
Así, nuestros propósitos al inicio de esta campaña eran:
a) localizar con seguridad la tumba en la ladera norte del uadi;
b) despejar la fachada de los depósitos de desechos contemporáneos que la cubren;
c) reconstruir el muro de la fachada que aparece perdido en los planos para reforzarla y evitar visitas incontroladas en el interior;
d) cerrar el vano de la entrada; o bien con una puerta metálica si estuviera despejado por el interior una vez que ya lo esté en el exterior; o bien por otro método que asegure su seguridad si el uso de la estructura de cierre metálica no fuera recomendable por razones técnicas o arqueológicas;
e) entrar en la tumba y reconocer su estado de conservación para planificar la segunda campaña.