Objetivos de la campaña 2022. Una misión con 'camama' por segunda vez
Han pasado cuatro meses desde la interrupción de la campaña. Diversas obligaciones académicas y administrativas, así como la necesidad de volver con todo el equipo vacunado por tercera vez, han retrasado un poco la recuperación de las actividades en campo.
Nuestra cotidianeidad no debería variar demasiado respecto a la campaña previa. En estos meses, la ola de contagios provocados por la variante ómicron se ha extendido imparable y está ya en descenso. Ojalá nos veamos libre de ella, pero habrá que multiplicar las precauciones en un contexto nada propicio. Por las calles apenas vemos mascarillas y el apretón de manos ha vuelto con la misma intensidad que en el pasado, si es que alguna vez se fue. No dar la mano parece que vuelve a considerarse un agravio, por las primeras caras a las que nos hemos enfrentado.
En la medida en que podamos, tendremos que intentar seguir manteniéndonos como un grupo burbuja. Habrá que seguir hablando con distancia a los interlocutores. El Ministerio de Turismo y Antigüedades no ha variado en estos meses las reglas que había impuesto el año pasado y que debemos seguir en el yacimiento: número limitado de personas, cuatro, en el interior de la cámara que estemos excavando, ningún cubierto común para servirnos en los desayunos y, naturalmente, la mascarilla, la camama en el árabe dialectal egipcio, y la toma de temperatura cada mañana. Al menos, en contraposición al final del verano, en estos últimos días de febrero, la temperatura está fresquita por las mañanas y no llega a ser muy alta a mediodía. No obstante, para evitar la incomodidad adicional de calor y mascarilla, iniciaremos la jornada a las 6:30 de la madrugada. A esa hora ya es de día, claro.
Frente a la situación del otoño pasado, en esta ocasión la mayoría del equipo podrá estar presente. De esta manera, podremos completar los objetivos que no pudieron desarrollarse en los meses previos. En realidad, en el interior de la TT 209 queda poco que excavar, pero muy delicado, y en el exterior tenemos la apasionante novedad de estar estudiando una calle, lo que resulta excepcional.
a) Excavación de las cámaras subterráneas. En la actualidad “solo” nos queda concluir las estancias del eje occidental, al que se accede desde el corredor lateral 1 (side chamber 1, SC1). Necesitamos terminar de excavar la cámara lateral 3 (side chamber 3) que se inició en 2018. Y, naturalmente, la cámara lateral 4 (side chamber 4, SC4), que iniciamos durante la campaña de 2020. El trabajo en estos dos espacios debería aportar más información tanto sobre el uso original de la tumba como sobre su reutilización en periodo persa-ptolemaico.
b) En el exterior continuaremos la excavación en torno al pilono de entrada al patio, que descubrimos en 2020. Calle extramuros, patio intramuros.
c) Profundizaremos en nuestro conocimiento de las ceremonias rituales de carácter funerario que se celebraron en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos: cerámica, objetos de fayenza, ushebtis.
d) Como en 2020, tendremos un doble esfuerzo dedicado a los estudios de Bioantropología con el análisis de los restos óseos encontrados tanto en la SC3 como sobre la plataforma de adobe cuya excavación se inició hace cuatro campañas.
e) Por último, pretendemos continuar la construcción de los muros que conformaban el patio. Éstos deberían recubrir los restos de los muros antiguos (separados de los modernos por un elemento que los distinga) y reproducir su planta para hacerla legible. Estos muros, en el lado del wadi, deberán tener más altura que en el resto de la superestructura, pues deberán cumplir la función de protección frente a posibles futuras riadas.
Nuestra cotidianeidad no debería variar demasiado respecto a la campaña previa. En estos meses, la ola de contagios provocados por la variante ómicron se ha extendido imparable y está ya en descenso. Ojalá nos veamos libre de ella, pero habrá que multiplicar las precauciones en un contexto nada propicio. Por las calles apenas vemos mascarillas y el apretón de manos ha vuelto con la misma intensidad que en el pasado, si es que alguna vez se fue. No dar la mano parece que vuelve a considerarse un agravio, por las primeras caras a las que nos hemos enfrentado.
En la medida en que podamos, tendremos que intentar seguir manteniéndonos como un grupo burbuja. Habrá que seguir hablando con distancia a los interlocutores. El Ministerio de Turismo y Antigüedades no ha variado en estos meses las reglas que había impuesto el año pasado y que debemos seguir en el yacimiento: número limitado de personas, cuatro, en el interior de la cámara que estemos excavando, ningún cubierto común para servirnos en los desayunos y, naturalmente, la mascarilla, la camama en el árabe dialectal egipcio, y la toma de temperatura cada mañana. Al menos, en contraposición al final del verano, en estos últimos días de febrero, la temperatura está fresquita por las mañanas y no llega a ser muy alta a mediodía. No obstante, para evitar la incomodidad adicional de calor y mascarilla, iniciaremos la jornada a las 6:30 de la madrugada. A esa hora ya es de día, claro.
Frente a la situación del otoño pasado, en esta ocasión la mayoría del equipo podrá estar presente. De esta manera, podremos completar los objetivos que no pudieron desarrollarse en los meses previos. En realidad, en el interior de la TT 209 queda poco que excavar, pero muy delicado, y en el exterior tenemos la apasionante novedad de estar estudiando una calle, lo que resulta excepcional.
a) Excavación de las cámaras subterráneas. En la actualidad “solo” nos queda concluir las estancias del eje occidental, al que se accede desde el corredor lateral 1 (side chamber 1, SC1). Necesitamos terminar de excavar la cámara lateral 3 (side chamber 3) que se inició en 2018. Y, naturalmente, la cámara lateral 4 (side chamber 4, SC4), que iniciamos durante la campaña de 2020. El trabajo en estos dos espacios debería aportar más información tanto sobre el uso original de la tumba como sobre su reutilización en periodo persa-ptolemaico.
b) En el exterior continuaremos la excavación en torno al pilono de entrada al patio, que descubrimos en 2020. Calle extramuros, patio intramuros.
c) Profundizaremos en nuestro conocimiento de las ceremonias rituales de carácter funerario que se celebraron en la tumba, para lo que se continuará el análisis del material aparecido en años previos: cerámica, objetos de fayenza, ushebtis.
d) Como en 2020, tendremos un doble esfuerzo dedicado a los estudios de Bioantropología con el análisis de los restos óseos encontrados tanto en la SC3 como sobre la plataforma de adobe cuya excavación se inició hace cuatro campañas.
e) Por último, pretendemos continuar la construcción de los muros que conformaban el patio. Éstos deberían recubrir los restos de los muros antiguos (separados de los modernos por un elemento que los distinga) y reproducir su planta para hacerla legible. Estos muros, en el lado del wadi, deberán tener más altura que en el resto de la superestructura, pues deberán cumplir la función de protección frente a posibles futuras riadas.