26 de julio de 2012
La tumba ha sido cerrada con un murete de bloques calcáreos y una reja de hierro para que a través de ésta circule el aire en el interior. Los perfiles se han protegido con un muro de adobes, aprovechando los que estaban dispersos por la necrópolis desde que tiraron con bulldozer las casas de la aldea de los Hurubat, la familia que vivía por encima de la TT 209. El último acto ha sido desmontar la tienda. No ha habido nada simbólico en esto: teníamos que mantenernos protegidos del Sol hasta el último momento. Pero no podíamos dejar de recordar que el montaje fue nuestra primera labor al inicio de la campaña. Todo los miembros del equipo anhelamos el momento de volver a ver esta imagen, la vista del Ramesseum y el valle del Nilo desde el interior de nuestra jaima.
25 de julio de 2012
La reconstrucción de los recipientes cerámicos en estos días ha permitido reconocer formas –el perfil y la base, los tipos de bordes o de asas, etc.– y, con ellas, iniciar un primer planteamiento de esquema cronológico para la estratigrafía del yacimiento. El futuro análisis de las pastas con que están elaborados, los engobes y la coherencia cronológica de los objetos encontrados en cada estrato, permitirá afinar mejor esa cronología y los usos de los espacios en que aparecen.
Por ahora, ya podemos saber que las ánforas –una de ellas en la imagen–, el incensario o el cuenco que se descubrieron el 17 de julio se pueden fechar todos, en un análisis preliminar, en torno a los siglos V a III a.e. Debemos su análisis a la ceramóloga Zulema Barahona, a la que agradecemos cordialmente su labor.
El que no haya ninguna cerámica que sea de cronología dispar está confirmando que se trata de estratos antiguos, como habíamos supuesto al excavarlos, el 12 de julio; también que el lugar donde se encontraron, por encima del muro E de la portada-nicho, no ha sido tocado después. Por ahora, es difícil interpretar esta zona, pues se ha trabajado sólo en un espacio de 3x3 m, pero la aparición de un incensario, con paralelos en el templo cercano de Karnak, podría permitir avanzar la idea que la parte superior de la TT 209 pudo ser reutilizada en torno al s. IV a.e. y que esa reutilización implica usos rituales. La ampliación de la zona excavada confirmará o refutará esta idea.
¡Ya tenemos una razón más para volver el año próximo!
Por ahora, ya podemos saber que las ánforas –una de ellas en la imagen–, el incensario o el cuenco que se descubrieron el 17 de julio se pueden fechar todos, en un análisis preliminar, en torno a los siglos V a III a.e. Debemos su análisis a la ceramóloga Zulema Barahona, a la que agradecemos cordialmente su labor.
El que no haya ninguna cerámica que sea de cronología dispar está confirmando que se trata de estratos antiguos, como habíamos supuesto al excavarlos, el 12 de julio; también que el lugar donde se encontraron, por encima del muro E de la portada-nicho, no ha sido tocado después. Por ahora, es difícil interpretar esta zona, pues se ha trabajado sólo en un espacio de 3x3 m, pero la aparición de un incensario, con paralelos en el templo cercano de Karnak, podría permitir avanzar la idea que la parte superior de la TT 209 pudo ser reutilizada en torno al s. IV a.e. y que esa reutilización implica usos rituales. La ampliación de la zona excavada confirmará o refutará esta idea.
¡Ya tenemos una razón más para volver el año próximo!
24 de julio de 2012
Mientras continuamos la excavación en el interior de la tumba, en la sala transversal, iniciamos la protección de la cata y los muros exteriores como paso previo al cierre de la campaña.
23 de julio de 2012
Hace solo un par de días se anunció oficialmente que se mantenía la fiesta nacional del 23 de julio y que, por tanto, los trabajadores no vendrían a la excavación. No obstante, atendiendo a que estamos en los últimos días de la campaña, el inspectorado de la Orilla Occidental ha autorizado al equipo venir a realizar estudio de piezas y mediciones. Esto nos ha permitido tomar varias decenas de medidas con la estación total.
Aprovechamos para mostraros el amanecer desde la excavación. No habíamos dicho que esta semana estamos ya en Ramadán y nuestros horarios han cambiado. Los obreros no pueden comer ni beber durante el día, por lo que empezamos antes del alba y la jornada es algo más corta, de manera que estén expuestos al sol el menor número de horas posibles. El lado positivo es ver esos magníficos amaneceres y empezar a trabajar cuando aún se siente un cierto frescor de la noche.
Aprovechamos para mostraros el amanecer desde la excavación. No habíamos dicho que esta semana estamos ya en Ramadán y nuestros horarios han cambiado. Los obreros no pueden comer ni beber durante el día, por lo que empezamos antes del alba y la jornada es algo más corta, de manera que estén expuestos al sol el menor número de horas posibles. El lado positivo es ver esos magníficos amaneceres y empezar a trabajar cuando aún se siente un cierto frescor de la noche.
22 de julio de 2012
Luxor es una localidad con un porcentaje de profesionales dedicados a una u otra rama de la Arqueología que no debe de tener paralelismo más que en ciudades históricas emblemáticas como Atenas, Roma, Nápoles.
Hace unos días, llegó a la excavación un señor que dijo estar especializado en la reconstrucción de cerámica, ya había trabajado con una lista impresionante de ceramólogos reconocidos y se ofrecía a colaborar con la Misión. Consultado el rais, aseguró que ese curriculum verbal era real. Desde entonces, está con nosotros.
Llega cada mañana unos minutos después que los demás –creemos que debe de ser su forma de mostrar su status–, saca metódicamente las herramientas profesionales de su bolsillo –un bisturí, un cepillo de dientes duro, un tubo de pegamento, unas varillas– y empieza a extender sobre una alfombra de cañas las cerámicas retiradas de sus bolsas y a agruparlas por pastas, colores, señales del torno.
Se ha creado con adobes unos depósitos de arena en los que se clavan los recipientes mientras se pegan. En la imagen se muestra esta enfermería de la cerámica y algunos de sus pacientes.
Hace unos días, llegó a la excavación un señor que dijo estar especializado en la reconstrucción de cerámica, ya había trabajado con una lista impresionante de ceramólogos reconocidos y se ofrecía a colaborar con la Misión. Consultado el rais, aseguró que ese curriculum verbal era real. Desde entonces, está con nosotros.
Llega cada mañana unos minutos después que los demás –creemos que debe de ser su forma de mostrar su status–, saca metódicamente las herramientas profesionales de su bolsillo –un bisturí, un cepillo de dientes duro, un tubo de pegamento, unas varillas– y empieza a extender sobre una alfombra de cañas las cerámicas retiradas de sus bolsas y a agruparlas por pastas, colores, señales del torno.
Se ha creado con adobes unos depósitos de arena en los que se clavan los recipientes mientras se pegan. En la imagen se muestra esta enfermería de la cerámica y algunos de sus pacientes.
21 de julio de 2012
Apenas iniciada la limpieza de la capa superficial en la primera sala de la tumba aparece algo sorprendente.
El estrato es una capa de arena. Incluye envoltorios de diversos productos con fechas de caducidad en 1997 y 1998, lo que no deja duda de que se trata de una entrada de derrubios en el interior traídos por la fatal riada de 1998.
El hallazgo es una cabeza de momia, arrastrada por las aguas junto a una bolsa de plástico. Debió de pertenecer a alguna tumba situada en el uadi, por encima de la TT 209. Una tumba probablemente saqueada, cuyos cuerpos habrían sido tirados al exterior y tal vez cubiertos por tierra. Cuando se produjeron las lluvias torrenciales de aquel año, serían destapados y arrastrados por la corriente y han terminado en la sala transversal. Irónicamente, las mismas fuerzas que movieron esta cabeza parecen haberle dejado la ofrenda última de un caldero metálico, hoy oxidado, junto a ella.
El estrato es una capa de arena. Incluye envoltorios de diversos productos con fechas de caducidad en 1997 y 1998, lo que no deja duda de que se trata de una entrada de derrubios en el interior traídos por la fatal riada de 1998.
El hallazgo es una cabeza de momia, arrastrada por las aguas junto a una bolsa de plástico. Debió de pertenecer a alguna tumba situada en el uadi, por encima de la TT 209. Una tumba probablemente saqueada, cuyos cuerpos habrían sido tirados al exterior y tal vez cubiertos por tierra. Cuando se produjeron las lluvias torrenciales de aquel año, serían destapados y arrastrados por la corriente y han terminado en la sala transversal. Irónicamente, las mismas fuerzas que movieron esta cabeza parecen haberle dejado la ofrenda última de un caldero metálico, hoy oxidado, junto a ella.
20 de julio de 2012
Cata al término de la segunda semana de excavación.
19 de julio de 2012
Al identificar los límites de un estrato, se dibujan y se toman sus coordenadas (altura, perímetro). Las coordenadas tridimensionales de distintos puntos de cada estrato, recogidas con la estación total en el yacimiento, al ser pasadas al ordenador producen esta red de barras y líneas. Al término de la campaña, se utilizarán estos datos, junto al resto de registros tomados en el proceso de excavación, para reconstruir la historia del yacimiento. Intentaremos con ellos dar una explicación tanto al modo de construir la tumba y a la adaptación a su emplazamiento específico como, sobre todo, a las preguntas acerca de cómo se utilizó, cuándo fue abandonada y cómo se redescubrió a finales del s. XIX. Por ejemplo, el buzamiento evidente de los estratos superiores hacia el centro izquierda de la cata informa sobre la entrada de depósitos al interior de la tumba a través del agujero en la pared en fechas recientes, mientras que la horizontalidad y una cierta inclinación hacia el centro en estratos inferiores muestra que en un pasado más lejano –no se puede decir cuánta es su lejanía sólo con esta imagen– la colmatación se hizo a través de la puerta central.
18 de julio de 2012
Al avanzar en el proceso de limpieza, registro y fotografía de los objetos hallados en la excavación, resulta sorprendente comprobar el alto porcentaje de instrumentos tallados en sílex que se han encontrado. Éstos eran muy comunes entre la población egipcia antigua. El bronce, la aleación de cobre y estaño o arsénico, que era la materia prima para los objetos metálicos durante la mayor parte del periodo faraónico, era demasiado costoso para usos comunes. El recurso a los instrumentos creados a partir de diversos tipos de piedra es una simple prolongación del que se hacía desde etapas prehistóricas. En época histórica se testimonia también en la literatura; por ejemplo, en la inclusión del tallista de puntas de flecha entre los artesanos que son descritos humorísticamente en un texto didáctico que conocemos como Las enseñanzas de Duakhety o La sátira de los oficios. El propio ajuar del rey Tutankhamon incluye varios cuchillos de sílex que puede contemplar en el Museo de El Cairo quien no haya quedado cegado por el brillo del oro de las piezas más brillantes y conocidas.
En la fotografía se muestran un núcleo y varias láminas de sílex. La técnica de extracción de este tipo de útiles no es muy diferente desde el Neolítico al Periodo Tardío, por lo que aún no podemos dar mayor precisión cronológica a estos hallazgos. Se hallaron en un nivel de riada, lo que puede indicar que proceden de un lugar cercano desde el que fueron arrastrados por las aguas.
En la fotografía se muestran un núcleo y varias láminas de sílex. La técnica de extracción de este tipo de útiles no es muy diferente desde el Neolítico al Periodo Tardío, por lo que aún no podemos dar mayor precisión cronológica a estos hallazgos. Se hallaron en un nivel de riada, lo que puede indicar que proceden de un lugar cercano desde el que fueron arrastrados por las aguas.
17 de julio de 2012
Al retirar el estrato de piedras y adobes que se veía en la fotografía de ayer, aparecen bajo él varios recipientes de cerámica, uno pequeño completo y otros dos grandes y fragmentados pero claramente en el lugar donde fueron depositados en el pasado. Aunque no reconocemos su cronología tal como están, aún aplastados por el peso de la capa superior, su aparición tiene unas implicaciones significativas: estamos excavando un estrato que no ha sido tocado por los arqueólogos y posibles saqueadores que han pasado por el yacimiento. Esto permite ir reconociendo por una parte, información de tipo historiográfico, en qué partes de la tumba no estuvieron los investigadores anteriores a nosotros y, por otra parte, la información histórica directa que implica cada documento hallado en su emplazamiento.
16 de julio de 2012
Con frecuencia, la excavación nos propone más dudas que respuestas, en especial en un primer año, en que todo es nuevo. En el extremo occidental de la cata ha aparecido un estrato de piedras calizas mezcladas con adobes. Están por debajo del muro caído que exhumamos el 12 de julio -mirad en esa fecha-. Entre varias interpretaciones posibles, indican que pudo haber un edificio en torno a la tumba y que al menos una parte de él era de piedra. Sólo la ampliación de la cata en campañas futuras permitirá dar una respuesta más precisa al interrogante. Pero también lo que encontremos debajo del estrato, cuando se retire, puede darnos alguna sugerencia adicional. Mañana veremos.
15 de julio de 2012
Como el trabajo no está reñido con un cierto humor, véase cómo hemos solucionado esta mañana la necesidad de sombra en la cata para hacer una fotografía y que no quedase una mitad oscura y otra iluminada por el sol. Sí, también se puede hacer con un paño negro, pero así ha sido más divertido.
14 de julio de 2012
La idea que nos había sugerido la aparición de la roca madre tallada en forma de cubo, en el lado occidental de la cata, parece haberse confirmado al identificarse otro volumen idéntico, paralelo, en el lado oriental: la TT 209 tenía una entrada monumental. Su fachada queda por delante de la cuadrícula, fuera de ésta, debajo de la zona aún no excavada.
El elemento central es un espacio arquitectónico semejante a los que en la bibliografía egiptológica se conocen con el término alemán de Tornische, y que puede traducirse como “portada nicho”. Este tipo de accesos estaba cubierto por una bóveda de arco rebajada, que aquí parece identificarse y en la imagen se reconstruye con una línea de puntos para facilitar el reconocimiento de su posible ubicación. En el centro de la fachada creada por estos dos volúmenes laterales ha comenzado a aparecer el dintel de la puerta. De esta manera, se ve con claridad que el agujero de la pared está desplazado respecto al eje central.
Si la entrada es más monumental que lo supuesto hasta ahora, tenemos la esperanza que sucederá lo mismo con el resto de la tumba.
El elemento central es un espacio arquitectónico semejante a los que en la bibliografía egiptológica se conocen con el término alemán de Tornische, y que puede traducirse como “portada nicho”. Este tipo de accesos estaba cubierto por una bóveda de arco rebajada, que aquí parece identificarse y en la imagen se reconstruye con una línea de puntos para facilitar el reconocimiento de su posible ubicación. En el centro de la fachada creada por estos dos volúmenes laterales ha comenzado a aparecer el dintel de la puerta. De esta manera, se ve con claridad que el agujero de la pared está desplazado respecto al eje central.
Si la entrada es más monumental que lo supuesto hasta ahora, tenemos la esperanza que sucederá lo mismo con el resto de la tumba.
13 de julio de 2012
La cata al término de la primera semana de excavación.
12 de julio de 2012
La excavación arqueológica implica la retirada de cada unidad estratigráfica de más moderna a más antigua. Esto permite que vayan apareciendo diferentes momentos de la historia del yacimiento; en nuestro caso, de la TT 209.
La retirada de los estratos de material reciente durante esta semana ha dejado a la vista, en el extremo oriental de la cata, algunos elementos que pueden formar parte de la construcción original. En la parte superior de la fotografía, con la letra a, se puede distinguir ya, con claridad, un muro de adobes que por sus características y, sobre todo, por su ubicación, permite suponer que se trata del cerramiento antiguo del patio de la tumba. En un nivel más bajo, con letra b, se distingue una acumulación de adobes, sin orden, que debe de corresponderse con el desplome de este muro. Y cubriendo todavía este estrato, parcialmente, una capa de tierra de cronología más moderna (c), que se ha ido retirando durante la mañana desvelando los restos anteriores.
La retirada de los estratos de material reciente durante esta semana ha dejado a la vista, en el extremo oriental de la cata, algunos elementos que pueden formar parte de la construcción original. En la parte superior de la fotografía, con la letra a, se puede distinguir ya, con claridad, un muro de adobes que por sus características y, sobre todo, por su ubicación, permite suponer que se trata del cerramiento antiguo del patio de la tumba. En un nivel más bajo, con letra b, se distingue una acumulación de adobes, sin orden, que debe de corresponderse con el desplome de este muro. Y cubriendo todavía este estrato, parcialmente, una capa de tierra de cronología más moderna (c), que se ha ido retirando durante la mañana desvelando los restos anteriores.
11 de julio de 2012
Ante imágenes como ésta –y las acciones que implica– podríamos hablar de un ejercicio de arqueología postmoderna. El objeto fotografiado en la excavación es un falso encontrado en un yacimiento arqueológico, el patio de la TT209, o, más apropiadamente, una pieza moderna creada siguiendo la estética y materiales egipcios antiguos. No es exactamente una falsificación, pues al hacerla el artesano no pretendía hacerla pasar por una antigüedad, salvo frente a compradores muy incautos. La manufactura de estas imitaciones creadas como “souvenirs” de pacotilla tiene ya una historia propia, pues el turismo moderno empezó a llegar a Egipto a mediados del siglo XIX y desde entonces ha continuado creciendo y, con él, una industria variada que cubre las necesidades y deseos de los viajero. Además de varias figurillas funerarias, han aparecido cabezas de aire amarniense, estatuillas osiríacas, escarabeos… hasta una decena. Piezas del mismo tipo han sido mencionadas en excavaciones recientes en el entorno del Ramesseum donde se encuentra también la TT 209. Seguramente las familias gurnauis que vivían en las casas cercanas las adquirían para revenderlas a los turistas. Las que no encontraron comprador terminaron en el uadi y el agua y otros agentes las depositaron donde nosotros las hemos encontrado.
10 de julio de 2012
Los dibujos de la TT209 realizados por D. Eigner en la década de 1970 no dejaban duda respecto a la pérdida de una parte de la fachada. La inclinación de los estratos hacia la pared, inclinación que hemos reconocido en la excavación en estos días pasados, confirmaba que había un hueco por el que se han deslizado tierra, basura y agua hacia el interior de la tumba. Desde el segundo día de trabajo veíamos crecer, entre los estratos y la pared, una oquedad oscura por la que se colaba la grava. En broma, Daniel lo llamaba la grieta de los deseos y nos recomendaba colar un papelito con lo que cada uno esperaba encontrar dentro.
Hoy hemos llegado a la base del estrato que cubría el hueco, despejándolo. Estaba tapado por basura reciente de una cierta potencia. Para nuestra sorpresa, no parece que se haya caído la pared en toda la altura de la fachada, pues vemos ésta en la parte inferior del vano. Podría parecer el agujero creado por unos saqueadores, pero es más probable que haya sido provocado por un colapso puntual de la pared, debido a un error en el cálculo de las medidas del vestíbulo interior. Así podemos deducir del análisis del perfil. Este agujero es el que debió de utilizar D. Eigner cuando accedió a la tumba, según deducimos del análisis de sus dibujos.
Hoy hemos llegado a la base del estrato que cubría el hueco, despejándolo. Estaba tapado por basura reciente de una cierta potencia. Para nuestra sorpresa, no parece que se haya caído la pared en toda la altura de la fachada, pues vemos ésta en la parte inferior del vano. Podría parecer el agujero creado por unos saqueadores, pero es más probable que haya sido provocado por un colapso puntual de la pared, debido a un error en el cálculo de las medidas del vestíbulo interior. Así podemos deducir del análisis del perfil. Este agujero es el que debió de utilizar D. Eigner cuando accedió a la tumba, según deducimos del análisis de sus dibujos.
9 de julio de 2012
La realidad del yacimiento se impone siempre sobre nuestras expectativas o las reconstrucciones mentales o gráficas que se hayan hecho sobre él. Al mismo tiempo, plantea nuevos interrogantes al grupo de investigación que lo excava. Así, al tercer día de trabajo en la TT 209, nos encontramos el primer cambio respecto a las propuestas de reconstrucción que se habían hecho de la tumba a partir de los escasos datos disponibles. Habríamos esperado que las paredes del patio cuya esquina NW se descubrió hace dos días descendieran en vertical o ligero talud unos 2,5 / 3 m hasta alcanzar el suelo sobre el que se debe de abrir la puerta que conduce al interior. Pero a poco más de 1 m de profundidad nos hemos encontrado el suelo de roca formando un plano que vuelve a estar cortado a unos 3,40 m de la esquina. El patio era distinto a lo que se había supuesto hasta ahora. Y, lo más interesante, se hace necesario pensar en un nuevo modelo de fachada que integre este dato recién adquirido.
8 de julio de 2012
La Arqueología de contextos contemporáneos tiene sus propios métodos que guardan un paralelismo con los de excavación de restos de épocas más antiguas. Para fechar varios estratos que hemos ido retirando y que tienen un enorme potencial para comprender las necesidades de protección de las tumbas del uadi, han sido de gran ayuda objetos como un blíster, envoltorios de bollería industrial y otros productos con fecha de caducidad. El de la imagen es una bolsa de sal que caduca en 1991 y proporciona un término post quem para datar el estrato superior, que con toda seguridad es posterior a ese año. Se trata de una capa gruesa de arena que cubre toda la superficie de la cata y que desciende hacia el centro de la pared, en lo que ha de ser una/la entrada a la tumba. En 1994 y 1998 se produjeron lluvias torrenciales en Luxor que provocaron riadas en la Orilla Occidental, incluido el Valle de los Reyes. El depósito dejado por la riada implica que algo de agua entró en la tumba. Pero también proporciona datos valiosos sobre las implicaciones de los cambios ambientales en las transformaciones del barranco y de los monumentos que se encuentran en él. Uno de los objetivos del proyecto es, precisamente, analizar la evolución paisajística de la necrópolis occidental a través del estudio de los cambios en este uadi.
7 de julio de 2012
Éste es uno de los resultados del primer día de trabajo: la identificación de lo que debe de ser la esquina noroeste del patio, según la reconstrucción que hizo Diethelm Eigner de la tumba, en la década de 1970. Las implicaciones son de importancia, pues confirma que estamos trabajando en el emplazamiento exacto de la TT 209. Este lo habíamos deducido por varias circunstancias, pero no había restos probatorios en la superficie. Ahora ya sí.
5 de julio de 2012
Durante las próximas semanas, los habitantes de la Orilla Occidental y los visitantes de Luxor verán nuestra tienda a la entrada de la necrópolis. El yacimiento arqueológico que el MSA ha concedido a la Universidad de La Laguna se encuentra por debajo, en el uadi, pero hemos preferido plantar nuestro espacio de trabajo y de descanso arriba, dominando el lecho seco del barranco. Montar la tienda ha sido nuestra primera tarea, desde el amanecer, antes de que el Sol brillara con toda su fuerza. Desde allí tenemos una vista magnífica de la zona agrícola y monumental y captamos las corrientes de aire, que van a ser necesarias en el calor de julio. Además, hemos hecho la limpieza de superficie de la concesión.
febrero 2008
Así vimos el emplazamiento de la tumba la primera vez que nos acercamos a él.
Ni siquiera sabíamos si estábamos en el lugar correcto, pues no había ninguna referencia concreta en el entorno que nos permitiera identificarlo con seguridad. Al menos podíamos decir que estábamos en un uadi y que a nuestra espalda quedaba, al otra lado del cauce seco, la sala hipóstila de la tumba de Karakhamon, a cielo abierto desde que se cayó su techo. Si seguíamos los planos que hizo Diethelm Eigner en la década de 1970, debíamos de estar frente a la TT 209.
Aún había casas por encima, las casas de los gurnauis, los habitantes de Gurna. Desde 2009, en que fueron expulsados, ni ellos ni los edificios están allí.
La basura que cubría toda la superficie apenas permitía reconocer un corte vertical en la pared del uadi que debía de corresponderse con la parte superior de la fachada de la tumba.
Desde comienzos de julio de 2011, en que iniciaremos la limpieza de la zona, podremos empezar a saber algo más.
Ni siquiera sabíamos si estábamos en el lugar correcto, pues no había ninguna referencia concreta en el entorno que nos permitiera identificarlo con seguridad. Al menos podíamos decir que estábamos en un uadi y que a nuestra espalda quedaba, al otra lado del cauce seco, la sala hipóstila de la tumba de Karakhamon, a cielo abierto desde que se cayó su techo. Si seguíamos los planos que hizo Diethelm Eigner en la década de 1970, debíamos de estar frente a la TT 209.
Aún había casas por encima, las casas de los gurnauis, los habitantes de Gurna. Desde 2009, en que fueron expulsados, ni ellos ni los edificios están allí.
La basura que cubría toda la superficie apenas permitía reconocer un corte vertical en la pared del uadi que debía de corresponderse con la parte superior de la fachada de la tumba.
Desde comienzos de julio de 2011, en que iniciaremos la limpieza de la zona, podremos empezar a saber algo más.