5 de marzo de 2020, jueves
Hoy será el último día de Jesús en el yacimiento y hablando nos hemos dado cuenta de una cierta transferencia generacional. Las primeras campañas arqueológicas de Miguel Ángel en Egipto fueron en Heracleópolis Magna, hace ya unos poquitos años. La que se llamaba entonces Misión Arqueológica Española excavaba una necrópolis libia y saita, una cronología relativamente semejante al yacimiento en que nosotros trabajamos ahora. La antropóloga que estudiaba los restos humanos en Heracleópolis era M.ª Dolores Garralda, y ella enseñó a Miguel durante horas y con paciencia cómo trabajar con los huesos en el yacimiento pues, otra coincidencia, aquella necrópolis estaba tan afectada por la humedad como la TT 209. O se aprendía a obtener la información in situ o se perdía una buena parte de ella, pues los cuerpos no salían enteros como sucede en otros sitios arqueológicos. No es que lo hubiéramos planeado, pero Jesús es alumno de M.ª Dolores y Jared lo es de Miguel y estamos reproduciendo la misma situación que hace treinta años: el primero, con más experiencia, está aconsejando al segundo sobre algunas técnicas para mejorar los resultados en el trabajo de campo. De alguna manera, dos generaciones que se dan la mano. ¡La Egiptología española empieza a tener un pasado!
La segunda imagen ilustra la mano izquierda de la momia 8 que Jesús y Jared han estado estudiando en estos últimos días. No habríamos llegado a ese nivel de precisión si no fuera por la aspiradora y la pericia de ambos. Una imagen para despedir a Jesús que acaba hoy su estancia con nosotros.
Y una mano para recibir a Daniel, que se ha incorporado esta mañana.
La segunda imagen ilustra la mano izquierda de la momia 8 que Jesús y Jared han estado estudiando en estos últimos días. No habríamos llegado a ese nivel de precisión si no fuera por la aspiradora y la pericia de ambos. Una imagen para despedir a Jesús que acaba hoy su estancia con nosotros.
Y una mano para recibir a Daniel, que se ha incorporado esta mañana.
4 de marzo de 2020, miércoles
La cámara de enterramiento que llamamos “de la madre” plantea –mejor dicho: planteaba– un grave problema a la hora de su excavación. Quienes la crearon aprovecharon una veta de margas que les permitió tallar el espacio en una materia blanda que les ahorró esfuerzo y tiempo. Pero no contaron con el agua que iba a entrar poco después y que debilitaría y degradaría las paredes de marga.
Hasta hoy el problema que teníamos era identificar qué parte estaba tallada y cuál degradada y ante la disyuntiva estábamos respetando todas las margas hasta que llegara el momento de optar por otra solución.
Esta mañana, a más de 1 m de profundidad respecto al techo, resultaba muy evidente que quienes diseñaron la cámara no podían haber pretendido dejar esas paredes con un talud tan pronunciado. Decidimos, ante la insistencia de Fadel, hacer una cata cerca de lo que suponíamos la esquina noroeste y ver si había algo detrás del talud. Y como la suerte es de los valientes apareció el premio: la veta de marga es de escasa altura y hay pared de caliza desde una media altura. Está por detrás de la arcilla margosa escurrida desde ese estrato y que se acumuló a los lados de la cámara antes de que esta se colmatase de sedimentos llegados desde el exterior.
En la imagen, Fadel y Farrag retiran orgullosos la capa de marga que ocultaba la pared original.
Hasta hoy el problema que teníamos era identificar qué parte estaba tallada y cuál degradada y ante la disyuntiva estábamos respetando todas las margas hasta que llegara el momento de optar por otra solución.
Esta mañana, a más de 1 m de profundidad respecto al techo, resultaba muy evidente que quienes diseñaron la cámara no podían haber pretendido dejar esas paredes con un talud tan pronunciado. Decidimos, ante la insistencia de Fadel, hacer una cata cerca de lo que suponíamos la esquina noroeste y ver si había algo detrás del talud. Y como la suerte es de los valientes apareció el premio: la veta de marga es de escasa altura y hay pared de caliza desde una media altura. Está por detrás de la arcilla margosa escurrida desde ese estrato y que se acumuló a los lados de la cámara antes de que esta se colmatase de sedimentos llegados desde el exterior.
En la imagen, Fadel y Farrag retiran orgullosos la capa de marga que ocultaba la pared original.
3 de marzo de 2020, martes
Jared quería importar los métodos que usa en Tenerife cuando trabaja en un cementerio o en los enterramientos en una iglesia y poder limpiar así con más facilidad las momias de la cámara lateral 3. Tras una búsqueda en internet de posibles modelos, ayer dimos el listado a los dos Mohameds, Mohamed Mustafa y Mohamed Ali y anoche llegaron con este regalito. No hay más que ver la cara del receptor para saber que está como chico con zapatos nuevos. Pero la aspiradora no va a ser solo para él: ya hay varias propuestas de espacios del yacimiento donde el nuevo “juguete” va a venir muy bien.
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2 de marzo de 2020, lunes
Unos cuantos ladrillos y un poco de ingenio nos permiten continuar excavando el depósito de momias sin afectar a las que fueron remomificadas el sábado pasado. Para poder extraer en bloque al hombre joven, la mujer madura y su perrita, los tres han de estar completamente exentos. Y para eso han de extraerse primero las momias –pues parece que son al menos dos– que están entre ellos y la pared sur. Estas, naturalmente, han de ser excavadas sin tocar a los tres que están por delante. La solución ha sido crear una plataforma elevada. Esta permite a los dos antropólogos, Jesús y Jared, sentarse o reclinarse y estar a solo unos centímetros de la momia en la que estén trabajando. No es muy sofisticado pero parece que está resultando muy efectivo. Siempre es mejor excavar con comodidad.
La semana pasada, el trabajo en el exterior se limitó a retirar el muro de protección de la tumba que habíamos levantado a final de la campaña pasada, para evitar que, en caso de lluvia fuerte y riada, entrase el agua en las cámaras subterráneas desde el wadi.
Hoy hemos podido empezar ya con una limpieza general de las dos cuadrículas que nos proponemos excavar en el patio, que habían sido ya abiertas el año pasado. En la más alejada de la puerta, C4 (courtyard 4, patio 4), tras unos barridos enérgicos de la arena suelta, ha quedado despejada la primera sorpresa de la campaña: un muro de una anchura inusual, más de 1,75 m, paralelo a la fachada trasera del patio. Tiene todo el aspecto de que se trata del muro de cierre delantero del complejo, el que nos faltaba por localizar. Y por su anchura podría tratarse de un pilono. Solo la excavación permitirá confirmarlo.
Hoy hemos podido empezar ya con una limpieza general de las dos cuadrículas que nos proponemos excavar en el patio, que habían sido ya abiertas el año pasado. En la más alejada de la puerta, C4 (courtyard 4, patio 4), tras unos barridos enérgicos de la arena suelta, ha quedado despejada la primera sorpresa de la campaña: un muro de una anchura inusual, más de 1,75 m, paralelo a la fachada trasera del patio. Tiene todo el aspecto de que se trata del muro de cierre delantero del complejo, el que nos faltaba por localizar. Y por su anchura podría tratarse de un pilono. Solo la excavación permitirá confirmarlo.
1 de marzo de 2020, domingo
Mientras se terminan de consolidar las momias de la cámara lateral 3, Jesús inicia el análisis de los huesos aparecidos durante la campaña de 2019 en la plataforma de adobes. Como su número es cercano al infinito, se va a centrar en la identificación de patologías, mientras que sus datos antropométricos se tomarán en esta misma campaña, más adelante. Uno de los hallazgos más notables en los cráneos que ha mirado en esta campaña es muy interesante pero poco halagador respecto a las relaciones humanas si la causa es la que suponemos. El individuo tenía la espina nasal desplazada. Había recibido un golpe en la nariz, que se la había torcido, aunque se había curado de la fractura. Como las caídas hacia adelante no suelen afectar a la nariz y un objeto que la golpeara desde arriba no la rompe de ese modo, la desviación hacia la derecha parece el resultado de un golpe en dirección a la izquierda, posiblemente un puñetazo -un derechazo- de alguien que estaba enfrente del individuo enterrado en la TT 209.
Una curiosidad estratigráfica en la cámara de enterramiento de la sala lateral 2 nos ha llamado la atención, pues es un testimonio muy visual del proceso de colmatación. Los estratos inferiores son muy altos, mientras que los superiores se van adelgazando progresivamente. Estos estratos son el producto de la decantación del limo y de la arcilla disueltos en el agua que entraba periódicamente en la cámara. A medida que esta se iba colmatando, el volumen de agua que podía entrar era menor. En consecuencia, la cantidad de materiales disueltos se iba también reduciendo.
Para hacerlo más interesante, la reducción de altura no es regular, lo que indica que también podía haber variaciones en la cantidad de sedimentos disueltos en función a otras variables: una precipitación más fuerte podría implicar una velocidad de la riada más alta y un mayor arrastre de materiales.
Para hacerlo más interesante, la reducción de altura no es regular, lo que indica que también podía haber variaciones en la cantidad de sedimentos disueltos en función a otras variables: una precipitación más fuerte podría implicar una velocidad de la riada más alta y un mayor arrastre de materiales.
La estación total nos está dando guerra a mediodía. Parece que la luz del sol reflejada en el prisma impedía que el programa reconociera la distancia. Tuvimos que terminar resolviéndolo dando sombra a la estación, al prisma y a los que utilizaban ambos, para evitar que la lentitud de las mediciones, además de irritarles un poquito, les calentase demasiado la cabeza.
29 de febrero de 2020, sábado
Por muy fotogénicas que hayan resultado la pareja de momias y la perrita sobre sus piernas, la excavación ha de continuar y les ha llegado el momento de prepararlas para su extracción. Su disposición resulta tan original que deseamos documentarlas aún más, por no decir que resulta doloroso pensar en separar a quienes claramente eligieron permanecer juntos.
El año pasado habíamos realizado una fotogrametría que quedó espectacular y este año pretendíamos complementar ese registro con una toma de rayos X.
Pero hacerlo plantea dificultades. Esta técnica implica actuar desde dos planos, el de la cámara por delante y el de las placas por detrás. Para hacerlo hay que levantar el cuerpo que se vaya a radiografiar y colocarlo sobre la placa o bien hacer una toma lateral, lo que requiere un espacio donde introducir esta. Y eso no es posible en la ubicación actual, con las tres momias unidas a la superficie sobre la que fueron depositadas y con otras momias entre ellas y la pared meridional de la cámara. Además, las que aparecen en este yacimiento no están en un estado semejante al que se hallan en otros, donde están secas y rígidas, lo que permite manipularlas. Dentro de la TT 209, todo está humedecido por las riadas que entraron en sus cámaras subterráneas y la cámara lateral 3 no es una excepción.
La única solución que vemos viable es crear un bloque que pueda ser extraído conservando la relación entre unas y otras. Ya que no pueden quedarse en el lugar que ellas o sus familias eligieron para su reposo, al menos temporalmente mientras proseguimos la excavación, nuestra inquietud se recude sabiendo que van a quedar cerca y unidas. Y para eso hay que reforzarlas, lo que hacemos aplicándoles piezas pequeñas de vendas que quedan fijadas con Paralloid B-75. Las dos restauradoras en el equipo, Pía y Wizam, acompañadas por Jared en algunos momentos, se han ocupado esta mañana de volver a momificar a las momias.
El año pasado habíamos realizado una fotogrametría que quedó espectacular y este año pretendíamos complementar ese registro con una toma de rayos X.
Pero hacerlo plantea dificultades. Esta técnica implica actuar desde dos planos, el de la cámara por delante y el de las placas por detrás. Para hacerlo hay que levantar el cuerpo que se vaya a radiografiar y colocarlo sobre la placa o bien hacer una toma lateral, lo que requiere un espacio donde introducir esta. Y eso no es posible en la ubicación actual, con las tres momias unidas a la superficie sobre la que fueron depositadas y con otras momias entre ellas y la pared meridional de la cámara. Además, las que aparecen en este yacimiento no están en un estado semejante al que se hallan en otros, donde están secas y rígidas, lo que permite manipularlas. Dentro de la TT 209, todo está humedecido por las riadas que entraron en sus cámaras subterráneas y la cámara lateral 3 no es una excepción.
La única solución que vemos viable es crear un bloque que pueda ser extraído conservando la relación entre unas y otras. Ya que no pueden quedarse en el lugar que ellas o sus familias eligieron para su reposo, al menos temporalmente mientras proseguimos la excavación, nuestra inquietud se recude sabiendo que van a quedar cerca y unidas. Y para eso hay que reforzarlas, lo que hacemos aplicándoles piezas pequeñas de vendas que quedan fijadas con Paralloid B-75. Las dos restauradoras en el equipo, Pía y Wizam, acompañadas por Jared en algunos momentos, se han ocupado esta mañana de volver a momificar a las momias.